GEOMORFOLOGIA es la
ciencia que estudia la composición, estructura interna de la Tierra y los
procesos de su evolución en el tiempo geológico utilizando las rocas y los
fósiles. La geomorfología (del griego ‘Tierra’, ‘forma’, y ‘estudio’) es una
rama de la Geografía Física que tiene como objeto el estudio de las formas de
la superficie terrestre para entender su génesis y comportamiento.
Las islas caribeñas empezaron a surgir a mediados de la era
secundaria. La isla de Santo Domingo, tal como la conocemos, terminó su
formación en los inicios de la era cuaternaria. La FOSA DE LAS CAIMAN es la
depresión más profunda del Mar Caribe con más de 7 mil metros. La isla de Santo
Domingo tiene 30 regiones geomorfológicas de las cuales diez corresponden Haití
y veinte a la República Dominicana. Sin embargo cada región geomorfológica de
la República Dominicana tiene continuidad en el territorio haitiano, con
características semejantes; aunque algunas muestras marcada diferencias debido
entre otras causas.
Las regiones geomorfológicas de la República Dominicana son:
I-Llanos Costeros del Atlántico XI-Cordillera Central
II-Promontorio de Cabrera XII-Valles Ultramontanos de la Cordillera
Central
III-Cordillera Septentrional XIII-Sierra de Yamasá
IV-Valle del Cibao XIV-Valle de San Juan
V-Península de Samaná XV-Sierra
de Neiba
VI-Los Haitises
XVI-Hoya
de Enriquillo
VII-Llanuras Costeras de Miches y Sabana de la Mar XVII-Llanura de Azua
VIII-Cordillera Oriental
XVIII-Sierra de Martín García
IX-Pie de Monte de la Cordillera Oriental XIX-Sierra de
Bahoruco
X-Llanura Costera del Caribe XX-Península Sur
de Barahona
PROCESO DE
FORMACION DE LAS ROCAS.
La Tierra es un planeta rocoso: la
mayor parte de su masa se encuentra en forma de rocas. El hombre ha estado en
contacto con ellas desde siempre; hace milenios se conocen rocas como el
mármol, el granito o las calizas, pero existe poco conocimiento general sobre
su formación.
Las rocas son agregados de
minerales sólidos de origen natural, cuyos componentes son definidos y se
encuentran ordenados en su interior formando cristales.
Los minerales y, por lo tanto, las
rocas, tienen un origen muy diverso. Según este parámetro, existen tres
categorías, cuyos procesos de formación son bien distintivos: las rocas pueden
ser ígneas, sedimentarias o metamórficas.
Las rocas ígneas se originan a
partir de un líquido compuesto principalmente por roca fundida, gases disueltos
y cristales en suspensión, al que llamamos magma. Los magmas, a su vez,
provienen de zonas profundas de la Tierra, donde las rocas calientes, pero
sólidas del manto terrestre pueden derretirse parcialmente. El magma se abre
camino hacia arriba, dado que es más liviano que las rocas que lo rodean, y es
muy rico en elementos pesados, que abundan en las capas más internas de la
Tierra. Así, a medida que asciende por la corteza, se va enfriando dando origen
a cristales los que al ser más pesados que la parte líquida, se depositan al
fondo. De esta forma, el líquido restante se hace cada vez más liviano y puede
seguir subiendo.
Debido a este proceso, la composición
del magma cambia y se pueden ir generando diferentes minerales, dependiendo de
la temperatura y de la profundidad a la que este se encuentre. Las rocas ígneas
poseen componentes más pesados y suelen ser de color oscuro, mientras que
aquellas que poseen minerales más livianos, como el cuarzo, suelen ser claras.
El curso que sigue el magma también
permite clasificar las rocas. Cuando este se abre paso a través de algún cuerpo
de roca da origen a rocas intrusivas,
mientras que aquel que sale y se enfría en la superficie produce rocas extrusivas. Para que se forme una roca
intrusiva, una posibilidad es que el magma se estacione en algún lugar profundo
de la corteza y se enfríe allí lentamente, lo que facilitará la formación de
cristales grandes, pues estos tendrán tiempo de crecer y solidificarse
completamente, formando una roca plutónica. Otra posibilidad es que el magma
siga ascendiendo, colándose entre las fracturas de las rocas más superficiales,
donde el contacto con estas hace que el enfriamiento sea algo más rápido. Por
su parte, las rocas extrusivas son las que se forman debido a las erupciones
volcánicas. Cuando el magma asciende y se estaciona en la corteza,
eventualmente puede salir a la superficie durante una erupción debido al
aumento de la presión dentro la cámara que lo alberga.
Otro tipo de roca lo constituyen
las rocas sedimentarias. Estas están
constituidas por fragmentos de cualquier otra roca que se encuentre en la
superficie terrestre, ya sea ígnea, sedimentaria o metamórfica, y que por
efecto del agua, el viento o el hielo, entre otros factores, ha sido partida,
molida, desintegrada o disuelta, para ser luego transportada por estos agentes.
Esta acumulación de fragmentos de
roca que puede tener tamaños muy variados, recibe el nombre de sedimento. Los
sedimentos pueden depositarse y con el paso del tiempo ser compactados y
pegados por una especie de cemento formado por algún mineral que se cristalice
entre los granos, originando una roca sedimentaria clástica. Los sedimentos
también pueden ser solo una precipitación de material disuelto en agua, tal
como ocurre cuando se tiene agua con mucha sal y esta se deposita en el fondo.
Si el agua finalmente se evapora, se obtendrá un agregado de cristales unidos
entre sí, que dará origen a una roca sedimentaria química. Las rocas
sedimentarias muchas veces pueden albergar fósiles, restos de organismos del
pasado que permiten conocer la historia y evolución de la vida y los ambientes
de la Tierra.
Por último, existen las rocas metamórficas, las cuales se forman
cuando una roca de cualquier tipo es sometida a altas presiones y/o
temperaturas. Las rocas metamórficas son las más complejas de todas, ya que
cualquier roca puede ser sometida a este proceso, por ende sus procesos de
generación pueden ser muy variados. Estas pueden formarse cuando las rocas se
entierran bajo la superficie, sufriendo gran presión debido al peso de las
rocas sobre ellas, y temperaturas más calientes a medida que se ubican a mayor
profundidad; pueden originarse cuando un magma que llega calienta la roca, o
incluso debido al impacto de un meteorito. De todos modos, algo que todas tienen en común es que sus
componentes cambian. Se generan nuevos minerales y los que existían pueden
desaparecer o recristalizarse, es decir, cambiar de forma, de tamaño, de
orientación o de posición, dependiendo de las condiciones a las que se someta
la roca y de cómo era esta originalmente. Incluso, cuando el metamorfismo
alcanza niveles muy altos, la roca puede ser fundida y dar origen a magma,
volviendo a comenzar el ciclo.
Las rocas pueden ser tan variadas
como podamos imaginar y el ciclo que lleva a su formación ha estado
repitiéndose por millones de años, del cual solo podemos observar sus
productos: las rocas que existen hoy. La máquina de crear rocas que es la
Tierra seguirá funcionando, y quizás los geólogos del futuro intentarán
descifrar cómo se formaron aquellas que verán mañana, mientras el proceso se
siga repitiendo bajo sus pies.
Leer y dejar sus comentarios.
ResponderBorrar